Los asuntos de la política “hieren un entorno económico favorable”, según observa el equipo de trabajo Nouriel Roubini, sin duda informado de cabo a rabo de los episodios de sainete ocurridos en torno al manejo de la Economía y la baja calidad de los funcionarios de turno.
El desprestigio del ministro de Economía argentino crece con mayor celeridad fuera de las fronteras que dentro de los corrillos locales. Se han registrado juicios off the récord que serían ofensivos si no fueran verdaderos.
“Desde el punto de vista económico, 2010 debería ser un buen año para la economía de la Argentina. El sector agrícola muestra una fuerte recuperación, la producción industrial también está creciendo, lo que refleja el desempeño de su vecino, la economía brasileña. Los ingresos fiscales subirán más rápido y los servicios de la deuda son inferiores a los del año pasado.
“Se espera un año de continuos conflictos políticos que puede generar incertidumbre, cierta volatilidad en los mercados financieros y por lo tanto dañar el medio ambiente económico favorable. El conflicto entre el presidente del Banco Central y el Gobierno Federal es el primero, pero no puede ser el último.
“Los índices de aceptación del gobierno disminuyen rápidamente. La administración de los Kirchner necesita más dinero en la inversión pública y programas sociales si quiere tener una oportunidad en las elecciones del 2011. Si el gobierno mantiene el gasto público entre los límites del Presupuesto Federal y obtiene el acceso a los mercados internacionales no hay tanta necesidad de la utilización de las reservas internacionales.
“La ley prohíbe explícitamente el Banco Central a prestar las reservas internacionales en el Tesoro Público. El Decreto de Urgencia (DNU) firmado por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, es un instrumento cuestionable para permitir esta operación. De hecho, la mayoría de los juristas creen que se necesita una ley del Congreso. Estos hechos condujeron a una crisis política e institucional que no ha sido resuelta.
“Hasta ahora, el gobierno nunca conoció a un Congreso dominado por la oposición. La convivencia será probablemente dura hasta finales de 2011. Esta crisis demuestra el alto grado de conflicto político en la Argentina. Sin embargo, el entorno económico es relativamente favorable pero esta crisis política sopla muy fuerte.
“Según el IGA-OJF (General Índice de Actividad), el PIB cayó un 4,5% en 2009. En 2010, el PIB podría crecer un 4,5% reflejando la fuerte recuperación del sector agrícola e industrial. Las exportaciones probablemente crecerá un 23% este año, pero las importaciones crecen aún más rápido (38%). La balanza comercial seguirá siendo positiva en torno al 4% del PIB. La inflación también está subiendo debido a un crecimiento excesivo de los gastos del gobierno y que puede llegar a tasa anual del 20% a finales de este año. Claramente, la reciente crisis en el Banco Central no ayudó”.
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