Hablan de Peronismo, pero no son Peronistas. Hablan de democracia, y no son demócratas. Hablan de honestidad, y son tremendamente deshonestos. Hablan y hablan, pero son simplemente charlatanes y delincuentes que embaucan con sus discursos, que olvidan compromisos y únicamente sirven a sus mezquinos intereses y ambiciones, sin entender que así, con esas actitudes, condenan a la muerte, al hambre y al dolor a sus semejantes.
Como santiagueño y Peronista, estoy harto de escuchar a estos siniestros personajes que durante décadas han venido esquilmando el sentimiento Peronista, confiando en aquellos que diciendo ser “compañeros o compañeras” han ocupado cargos en las estructuras del poder con las promesas de cambio y cuando llegaron no trepidaron un instante, sumándose a la misma corrupción que prometieron combatir, manteniendo así el fraude permanente al pueblo.
Es el mismo sentimiento de hastió y hartazgo que siente hoy la mayoría ciudadana, que íntimamente no puede concebir tanta pasividad de todos. Que no reaccionemos ante la burla, el fraude y el atropello, contentándonos únicamente en ser meros espectadores del accionar del grupo gobernante y olvidando que somos ciudadanos, permitimos que se instalaran como monarcas y dueños absolutos de la verdad, dignidad, libertad y derechos de todo un pueblo.
El hampa gobernante, no tiene norte y nosotros al no ejercitar los derechos ciudadanos favorecemos a convalidar el desastre. Es inconcebible para muchos, pero es real. Lo hacen sin decoro alguno, ante la indiferencia de miles que gritan sus broncas, pero con voces que se convierten en murmullos, ante el temor. Y quienes nos deberían representar, reciben conformes dádivas o limosnas que distribuyen ante los mas rebeldes que nada tienen o hacen por tener, incrementándose así la legión de vagos e inútiles en constante crecimiento.
Hombres sin honor y dignidad integran nuestra “fauna politiquera”, solo sirven a intereses personales, han traicionado el mandato y la responsabilidad que les ha confiado el pueblo. Carentes de identidad propia y de pertenencia política, a muchos de nuestros Diputados Provinciales y Nacionales que supuestamente hemos elegido para defender los derechos del pueblo, debemos soportar verlos, como se desentienden elegantemente del compromiso asumido. Bajo el disfraz de una falsa convergencia política y de un ideario de vocación democrática que no ejercitan.
Protestan, critican, denuncian actos corrupción que son de otros, pero escondiendo la propia, lo sucedido con el ex intendente Julio Fernando Alegre es la muestra más reciente. Son cobardes y acomodaticios, carentes valores y de atributos que deben tener y mostrar en defensa del honor y dignidad ciudadana, como representantes del pueblo, al momento justo.
El escarnio social a que son sometidos algunos políticos, constituye el sello característico del atropello ciudadano, con el que amenaza la gestión zamorista. Si puede o no ser justificado su proceso, no interesa. Una golondrina no hace verano. Lo que es importante y debe alertarnos, es la actitud servil que adopta el Poder Judicial, sometido sin más, a los caprichos y antojos del Poder Ejecutivo, permitiéndose violar libre e impunemente los postulados de nuestra Carta Magna y las leyes de la Nación y la Provincia que han jurado respetar y cumplir. Lo más lamentable, son ellos, los jueces, custodios de la ley quienes sistemáticamente la vulneran.
Ante esta realidad, existe un silencio cómplice del dirigente Peronista, dejando pasar las cosas bajo el consabido argumento " roban pero hacen”. En la espera de un nuevo conductor, cual Mesías salvador llegue, han usado estos últimos cinco años al militante Peronista como mercancía de canje, se han adueñado ilegítimamente de banderas y símbolos que no les pertenece ni sienten, haciéndolos cómplices a los militantes de un proceso de destrucción partidaria, que estos falsos profetas fomentan y ejecutan.
Los Peronistas con responsabilidad histórica, no debemos prestarnos a un divisionismo generado por quienes han tenido la habilidad del " acomodo personal " en todo lugar y sitio.
El engaño, la mentira, el descrédito, la desesperanza, el robo público, obligan hoy más que nunca nuestra reacción conjunta y ejemplar. Han querido y quieren borrar todo vestigio de Peronismo que aun late y es esperanza en el corazón de gran parte del pueblo santiagueño, todo bajo interesadas alianzas políticas que solo aquellos benefician, en tanto a los humildes, los sumerge en las peores condiciones de vida y miseria.
Ha llegado la hora de actuar. No hacerlo, es convalidad el accionar avieso de este anti pueblo. Es traicionar a quienes todo ofrendaron, hasta sus vidas, para que no continuemos siendo sometidos a los caprichos de una minoría peronista traidora y gobernante; sino que, siendo mayoría demostremos que sabemos defender nuestro honor y dignidad.
Por ello compañeros, en las elecciones que se avecinan los verdaderos peronistas digamos NO a la corporación política del FRENTE CIVICO ( Sociedad Anónima ). Es la hora de dar batalla, convocando a todos los ciudadanos por igual, en solidaria cruzada para defender nuestra libertad y derechos.
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