El pasado miércoles 2 de junio, sucedió en la provincia de Santiago del Estero un hecho que puso en vilo la libertad de expresión, desde el gobierno provincial se presionó para que no se realice un debate sobre salud en el marco del 12 festival internacional de cine de Derechos Humanos.
Por Nahir Ra
El pasado miércoles 2 de junio el Paraninfo de la Universidad Nacional de Santiago del Estero aguardaba la presencia de al menos, 6 panelistas, todas y todos pertenecientes al ámbito de la salud. Todas y todos organizados en torno a los "Autoconvocados por la salud", protagonistas de una lucha gremial que duró seis meses. Apostados dentro de la UNSE y preparados para la charla, minutos antes de las 20, hora en que estaba pautado el debate, llega el anuncio de que la mesa debate no se hará. El motivo, la presión que habrían ejercido desde jefatura de gabinete para que no se lleve a cabo. El gobierno habría extorsionado a la organización del Festival Internacional de Cine de Derechos Humanos con el no pago del subsidio prometido, si acaso la mesa daba inicio al debate.
La acusación de censura que comenzó a cundir, estuvo acompañada de irregularidades tales como la huida sin previo aviso de quienes debían aportar el proyector para realizar una función especial en el barrio Ejército Argentino, uno de los barrios más populares de la ciudad de Santiago.
Inmediatamente después de conocer la decisión de levantar la mesa de salud, los y las autoconvocados improvisaron una asamblea con quienes llegaron a la frustrada charla a las afueras del Paraninfo, concluyendo, luego de casi dos horas de palabras, que de todos modos harían el debate.
El martes, las y los autoconvocados volvieron a la UNSE con el respaldo de organizaciones estudiantiles de dicha casa de estudios. Se asentaron en el patio de la misma, y proyectaron un pequeño video sobre lo que fueran los seis meses de disputa con el gobierno por mejoras salariales, edilicias y de suministros médicos. Hablaron sobre la situación paupérrima de la salud que todavía hoy sigue sin soluciones ciertas. Prometieron seguir en la lucha invitando a los y las presentes a sumarse. Desde las organizaciones estudiantiles se elaboró una carta de repudio a la censura antes mencionada, dejando en claro que la libertad de expresión y los Derechos Humanos estaban siendo violados por un gobierno que se jacta de ellos, auspiciando un festival de cine al cual no respeta, presionándolo con extorsiones.
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