La inseguridad ha jaqueado a los ciudadanos, esto es ya un hecho consumado. Solo el Gobernador, los Ministros de Gobierno y Justicia miran para otro lado, dejando a su suerte a la gente.
A esta altura de las circunstancias, ya no es creíble, tampoco que el inoperante jefe de policía se sostenga en el cargo en base a las mentiras que le dice al gobernador, es notorio que existen otros intereses en juego. De otro modo, no se entiende ni se justifica tanto tiempo en el cargo del jefe de Policía y su plana mayor, a pesar que no existe una política de seguridad, donde los robos, asaltos y arrebatos se incrementaron en un 49%, lo grave que ninguno esclarecido.
Obviamente no es por capacidad ni preparación de Marcelo Pato, sino porque es considerado un esbirro de las autoridades de gobierno, casi un puntero político que responde al juego político que le toca.
Pocas veces se conocen hechos de corrupción y delitos cometidos por personal policial, pues la maquinaria institucional, en ese sentido, está muy bien aceitada a fin de evitar que se filtre la información, y porque la prensa pagada por el “aparato”, no muestra la realidad a la que lamentablemente “nos has sometido” estos personajes.
El caso del ex jefe del D-6 Comisario Elall, es emblemático. Es la muestra cabal de que la impunidad de la que gozan lleva a estos personajes a elaborar ardides que los lleven a lucrar de manera irregular desde la función policial. El hombre es oriundo de Loreto, pago de donde es originario el ministro de gobierno, entonces saquen los lectores sus propias conclusiones. Conclusiones que obviamente no deben estar basadas en el sólo hecho de ser coterráneos, sino en los antecedentes judiciales y policiales que ambos detentan.
Cabe destacar que al “turco” Elall se le conoce en las filas policiales, ciertos vínculos con el Juez de crimen de “cuarta” tarchini Saavedra, este magistrado le entrego varios vehículos, entre autos y motos que Elall los habría comercializado, eso genero un incidente entre este jefe y un oficial que ahora presta servicio en la división Drogas Peligrosas.
Como se recordara, este comisario inspector cuando era 2º jefe del D6, estuvo a cargo de la investigación de un ilícito en el barrio juramento, donde una mujer, pariente cercana al Juez tarchini que vende bijouterie fue robada por su propia empleada domestica, el hecho fue esclarecido por casualidad, no por que investigaron. Un llamado anónimo de un arrepentido por la mala repartija, indico todos los detalles del robo y donde la fámula escondió el botín. Situación que estrecho la relación entre el magistrado y este policía profesional, fue así que el Dr. Tarchini, en agradecimiento le entrego motos scooter y un auto para la división, el error fue que le hicieron a nombre de Elall, por lo tanto los hizo propios para “negociarlos”, una de las motocicletas la usaba una cadeta, ahora oficial ayudante de apellido Gorosito, hija del ex jefe del D6, eso genero la molestia del personal subalterno que comento a todo el mundo.
Entre otras andanzas de Elall, fue el esclarecimiento del robo a un comerciante bandeño de apellido Boyanoski, hecho ocurrido hace 2 años aproximadamente, también el ilícito fue esclarecido gracias a un llamado anónimo. En agradecimiento a la policía, el propietario del local ubicado sobre Ruta 34, le entrego a Elall un juego de living de algarrobo para el Dpto. Investigaciones D6, que hizo este jefe? Si acertó!, nunca llegaron los muebles a la base de Av. Roca y pje Lavaisse, a pesar que hizo 2 viajes en la camioneta Ford Ranger en la que se conducía, por cierto hay un video de ese traslado. Entre varios hechos conocidos por este comisario, incluyendo el reciente escándalo de los rodados con pedido de secuestro por robo que se le habrían encontrado. Elall habría comentado a sus allegados “no me van hacer nada, de otro modo revoleare las medias y va caer el Comisario mayor Gorosito, otros jefes, incluyendo Pato”.
Pero todo saldrá a la luz oportunamente, ya que a nivel nacional, y tal como lo publicara Código Rojo, autoridades de esa jurisdicción ya tomaron conocimiento sobre el caso de los policías exonerados en esta provincia, y solicitaron la documentación del caso. Y por detrás de ese caso tan notable por la forma que el gobierno se manejó, utilizando a Pato, Quiroga y los nefastos integrantes de la plana mayor, se conocerán tantos otros casos de corrupción, discriminación, acoso sexual, persecución, etc., a la que se vieron sometidos, y aún hoy lo sufre, el personal policial que no comulga con los planes espurios de estos sátrapas.
Lo único que le queda a Pato es salir al interior, como hizo hace poco en Selva, y antes lo hiciera en Frías, para engrupir - Perdón, mostrar - su Plan Estratégico Operacional, basado en poner al personal policial en la calle. ¡Qué bárbaro! Realmente un dechado de virtudes.
Cabe preguntarse por qué motivo no recibe a los representantes de los Foros de Seguridad locales, de la misma forma que se reúne con ellos en las ciudades antes mencionadas.
La verdad que esta situación llena las “pelotas” de cualquiera. Policías de comisarías y calle, sometidos a cualquier vilipendio, so pretexto de recibir sanciones disciplinarias en caso de no acceder a los “favores” solicitados por los Sres. jefes.
Son obligados a trabajar varias horas de recargo mientras otros privilegiados y favorecidas (en el caso del personal femenino) deambulan por la jefatura de policía sin ninguna obligación. Además de eso, son obligados a realizar servicios adicionales en horas de servicio para las famosas “cajas chicas” que se pusieron de moda nuevamente en las dependencias policiales para los jefes, y para paliar gastos de mobiliario, mantenimiento de vehículos, compra de ropa, etc., cuando el Estado es quien se debe encargar de presupuestar los mismos.
Pero bueno, es la forma de ganar plata fácil, y mientras repartan “para arriba”, no existe impedimento legal. El jefe de Operaciones Marcelo Camaño, palmea las anchas espaldas del personal subalterno, mientras les mete la otra mano en sus alicaídos bolsillos, quedándose con más del 60% de sus servicios adicionales. No tiene vergüenza alguna, ni le importa la situación de esta gente.
La verdad es que nadie, se hace cargo, y mucho menos de investigar. Los jueces y fiscales están decorados en los juzgados, y solo sacan el morro cuando los apuran desde arriba, o tienen que justificar situaciones que trascienden públicamente, justamente por su irregularidad.
Marcelo Pato y Omar Quiroga, han dejado huella en la institución policial, huella tan profunda que será difícil borrar, lástima que las consecuencias serán terribles en el futuro, si es que llegan. Uno, basado en la mentira y la curiosa fantasía del poder, el otro, cual gatopardo, en las sombras, siempre atento a las situaciones para sacar una ventaja que le permita perdurar. Son lo peor de lo peor, no solo como policías, sino como personas, una verdadera lacra para nuestra institución y la sociedad toda.
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