Unos días atrás, Eduardo Arnold, ex Vicegobernador de Santa Cruz, dijo que Néstor Kirchner se robó parte de los fondos de Santa Cruz y que el supuesto título de abogada de Cristina Fernández es trucho. En ambos casos exigió que se presenten los certificados que acrediten esos misterios.
En cuanto al título de abogada de CFK, quien escribe esta nota, junto con Juan Cruz Sanz y Cristian Sanz, empezaron una investigación sobre la base de versiones que decían que nunca nadie la vio jurar a Cristina en la Facultad de Derecho de la Plata, para lo cual fueron interrogados varios letrados que tienen actualmente 58 años y ninguno presenció esa supuesta jura. Luego se investigó el sitio oficial de CFK 2007, en donde figura su noviazgo con Néstor Kirchner y el nacimiento de Máximo Kirchner en 1977. De ahí la biografía pasa directamente al sur, sin mencionar el título de abogada. La historia sigue con su ingreso a la política con la vuelta a la democracia.
Además, se determinó que nunca ejerció la abogacía en Río Gallegos y más tarde se encontró en la Facultad de Derecho de La Plata un analógico falsificado. Esto motivó una denuncia penal del periodista Cristian Sanz ante el juez Norberto Oyarbide, quien le pidió información al rectorado de la Universidad Nacional de La Plata, que informó que la Presidente es abogada, pero curiosamente no presentó pruebas, ni el certificado ni el analítico. Pero para el juez esto bastaba y cerró la causa. En la apelación ante la Cámara Federal, la Sala integrada por Gabriel Cavallo y Horacio Luraschi confirmó el fallo de primera.
Luego se apeló la sentencia y, desde entonces, el expediente está en la Cámara de Casación, donde duerme el sueño de los justos desde el mediados del 2007, sin que se haya requerido todavía copia del diploma ni el analítico. Por otra parte, la llamada Doctora, en noviembre pasado firmó un decreto por el cual todos los funcionarios de la presidente para abajo no deben aclarar si tienen título universitario o no.
Sólo una vez, en un acto televisado, CFK hizo mención a que decían que no era abogada. Pero no lo afirmó, por lo cual, el misterio seguirá seguramente hasta que los Kirchner dejen el poder y la justicia se anime a pedirle el título a ella o al rectorado de la UNLP.
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