AHIJADO SI, PADRINO NO

Titánica tarea llevan adelante los operadores políticos del gobierno; mayor aun, los encargados del marketing publicitario. No resulta tarea fácil como lo exige Zamora, instalar en la sociedad a Hugo Lito Infante como la mejor opción política para estas elecciones municipales.

Su limitado vocabulario, nula oratoria, ignorancia y desconocimiento de la cosa pública, sin ideas y propuestas, se les suma una imagen que lejos esta de representar "sobriedad y responsabilidad" de político, deja mucho que desear, PERO SI CON MUCHA EXPERIENCIA EN NEGOCIADOS CON SU EMPRESA Y SOBREFACTURACION DE OBRAS, IDEM A JULIO ALEGRE.

No por casualidad los "spot publicitarios" contienen solo fondos musicales exhibiendo al "candidato" cortando cintas o haciendo regalos. Pero de diálogos, entrevistas y mensajes al pueblo o discurso político "ni una sola palabra". Así las cosas, su imagen como la de Carlos Gardel, difícilmente pueda llegar al corazón del pueblo.

Los tiempos cambian y con ello las exigencias del electorado se hacen mayor. Hoy exigen conocer los candidatos, sus propuestas, ideas y proyectos, "reclaman debates libres y abiertos, sin condicionamientos" como es normal en cualquier sana democracia.

Es que después de lo sucedido con Julio Fernando Alegre, no basta a los candidatos " Jurar Honestidad". Ello es una obviedad, condición inescindible de la persona, en especial para el hombre público.

Se equivoca Zamora, cuando manda a sus candidatos ofrecer moralidad al cargo y honestidad en la función. Acaso ¿Se suponen deshonestos? Julio Alegre también juro honestidad y regaba moralidad por doquier. Gerardo Zamora lo hizo Intendente - Presidente de la Convención Partidaria de UCR - Pte. del Comité Capital UCR - Pte. del Sociedad Sirio Libanes - Secretario de la FAM y tantos otros cargos de Honor. Su resultado es conocido por toda la ciudad. Y su mentor continuo haciéndose el distraído ante las inmorales desviaciones e su pupilo.

Las graves sospechas de corrupción que hoy se cierne sobre su gobierno; el escandaloso desfalco provocado por Julio Alegre al erario municipal, deberían servir de límite a las intenciones de Gerardo Zamora de imponer a cualquier precio un "nuevo intendente para la capital". La sociedad "sospecha de este proceder". Tremenda tozudez, genera desconfianza en el electorado quienes con razón se interrogan ¿ Algo quieren esconder ?.

Pero Gerardo Zamora toma la campaña municipal como propia, del mismo modo que antes lo hizo con Alegre.
Ante ello, lo inevitable, como ciudadanos tan sólo esperamos para dentro de dos años " Sr. gobernador no volver a escuchar de su boca, sentir vergüenza ajena ", se lo pedimos a fin de salvaguardad su propia imagen de hombre probo y honesto sobradamente demostrada por Ud. al pueblo, desde la función pública que ejerce. Ud. no necesita declaraciones juradas de patrimonio y bienes, para saber que no se enriqueció desde su cargo en la función pública.