En esta moderna democracia que vivimos, hasta los modos de hacer campaña política han evolucionado. Atrás quedaron aquellos pequeños afiches de contenido político. Recuerdo, nos teníamos que acercar para saber a qué candidato pertenecía, peor leer su contenido. Eran tan ordinarios y baratos que al primer sol, su tinta desaparecía.
Hoy con Gerardo Zamora todo es más moderno y lindo, opulento, hasta más festivo y colorido. Desde grandes pantallas de televisión, hasta inmensas gigantografias cubren las cuatro esquinas en las calles de nuestra ciudad capital. No dejaron un cardinal sin empapelar.
Pasacalles por doquier flamean a mitad de cuadra, los changos no dejan poste alguno sin restos de pegatina y del engrudo. De las pintadas ni hablar, letras prolijamente moldeadas se transforman en eslogan de campaña. En verdad, este laborioso trabajo daría envidia al mismísimo Barak Obama. Autos y camionetas 0Km ploteadas por los nuevos ricos que cavan surcos en la Plaza libertad, con parlantes que retumban los tímpanos.
Tanto despilfarro de dinero, es del solo privilegio del gobierno. Y no digamos macana, nunca fue así. Imagen de Carlos Arturo Juárez o José Luis Zavalía jamás ocuparon gigantografia en esquina alguna. Todo era más sacrificado, más austero y no por cuestión de plata, sino por "moralidad pública", aquellos también ocuparon destacados cargos públicos y supieron manejar los dineros del pueblo.
Pasa amigo, el zamorismo ya no sabe como imponer al pueblo la impresentable figura de Hugo Infante. Ahora se les ocurrió a los marketineros del oficialismo obsequiar al hombre pobre como souvenir de campaña "platos planos y hondos" pero de fondo con su foto, así hasta en la "sopa" nos acordemos.
Pero se equivocan y grandemente. El más prevenido sabe, tanto despilfarro de dinero, para hacernos creer que estamos ante un hombre capaz, bueno y honesto. Pues si Zamora lo eligió, como antes lo hizo con Julio Fernando Alegre, ni aunque Lito participe en Show Mach llegara al corazón de la gente. Hay quienes dudan que pase un 13013 con Zulma Lobato.
Pero el más responsable y pensante de los muchachos reflexiona ante sus amigos: Miren esos changuitos de la esquina, sucios, harapientos, descalzos, mal comidos, mujeres con hijos en brazos, rogando a cada automovilista una miseria monedita, para poder comer y, con el frio que hace desabrigados y hasta descalzos caminan.
Que ironía de la vida, que desprecio al prójimo, que falta de sensibilidad política tirar tanta plata en pasacalles, pintadas, gigantografias y otras porquerías. Cuando a las miserias humanas, los vecinos la vemos todos los días y en cada esquina.
Hoy con Gerardo Zamora todo es más moderno y lindo, opulento, hasta más festivo y colorido. Desde grandes pantallas de televisión, hasta inmensas gigantografias cubren las cuatro esquinas en las calles de nuestra ciudad capital. No dejaron un cardinal sin empapelar.
Pasacalles por doquier flamean a mitad de cuadra, los changos no dejan poste alguno sin restos de pegatina y del engrudo. De las pintadas ni hablar, letras prolijamente moldeadas se transforman en eslogan de campaña. En verdad, este laborioso trabajo daría envidia al mismísimo Barak Obama. Autos y camionetas 0Km ploteadas por los nuevos ricos que cavan surcos en la Plaza libertad, con parlantes que retumban los tímpanos.
Tanto despilfarro de dinero, es del solo privilegio del gobierno. Y no digamos macana, nunca fue así. Imagen de Carlos Arturo Juárez o José Luis Zavalía jamás ocuparon gigantografia en esquina alguna. Todo era más sacrificado, más austero y no por cuestión de plata, sino por "moralidad pública", aquellos también ocuparon destacados cargos públicos y supieron manejar los dineros del pueblo.
Pasa amigo, el zamorismo ya no sabe como imponer al pueblo la impresentable figura de Hugo Infante. Ahora se les ocurrió a los marketineros del oficialismo obsequiar al hombre pobre como souvenir de campaña "platos planos y hondos" pero de fondo con su foto, así hasta en la "sopa" nos acordemos.
Pero se equivocan y grandemente. El más prevenido sabe, tanto despilfarro de dinero, para hacernos creer que estamos ante un hombre capaz, bueno y honesto. Pues si Zamora lo eligió, como antes lo hizo con Julio Fernando Alegre, ni aunque Lito participe en Show Mach llegara al corazón de la gente. Hay quienes dudan que pase un 13013 con Zulma Lobato.
Pero el más responsable y pensante de los muchachos reflexiona ante sus amigos: Miren esos changuitos de la esquina, sucios, harapientos, descalzos, mal comidos, mujeres con hijos en brazos, rogando a cada automovilista una miseria monedita, para poder comer y, con el frio que hace desabrigados y hasta descalzos caminan.
Que ironía de la vida, que desprecio al prójimo, que falta de sensibilidad política tirar tanta plata en pasacalles, pintadas, gigantografias y otras porquerías. Cuando a las miserias humanas, los vecinos la vemos todos los días y en cada esquina.
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