Hay que recordar que Gerardo Montenegro (Upcn), Ángel Llamazares (Uatre-Osprera) y Andrés Bernasconi (Sivipse-viales), fueron favorecidos por el gobierno de Zamora en un caso único: recibieron un subsidio de 4 millones de pesos para comprar bolsines de mercaderías que debían distribuir entre la gente humilde.
Otra genialidad de los cerebros que tiene Zamora a la vuelta, que decidieron desplazar al Ministerio de Salud y Desarrollo Social de la distribución de ayuda alimentaria a los sectores desposeídos, y colocar en esa bendita tarea solidaria a tres benefactores que pueden igualarse a los Reyes Magos.
Montenegro, Llamazares y Bernasconi aparecen recibiendo 4 millones de pesos que debían repartirse en tres partes iguales. Ese monto de las arcas públicas (que es lo mismo que del bolsillo de todos los santiagueños), debía ser invertido en 56 mil bolsines mercaderías que tenían que entregarse a hogares desposeídos.
Hasta ahora, nada se sabe del gesto solidario (con plata de otros) de los cegetistas zamoristas.
Maniobras irregulares y escandalosas como estas son las que dan el sello distintivo a un gobierno que transita rayando la corruptela. Así obraba Julio Alegre, así acciona Hugo Infante y así proceden diputados, jueces y funcionarios del Poder Ejecutivo.
Al final de sus mandatos, por sus torpezas, espontáneamente deberían someterse a procesos penales y trasladarse detenidos, porque expedientes como el del subsidio a los gremios para comprar bolsines no admiten ni siquiera una auditoría visual.
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