Cuando se afirma que los que quedaron libres deberían estar entre rejas acompañando a Julio Alegre, la gente común se refiere directamente a Gerardo Zamora, a “Sugus” Suárez, a “Pichón” Neder, a Ricardo Daives, a Atilio Chara, a Hugo Infante y a tantos otros cómplices favorecidos por la peor justicia y los más ineptos jueces y funcionarios judiciales con la que se castiga a la ciudadanía santiagueña.
Muchos caerían de espaldas si tomaran conocimiento de los montos de dineros públicos de los que se apoderaron Zamora, ministros, subsecretarios, directores, intendentes y, por supuesto, empresarios prebendaros-compinches de la banda de robadores que nos gobiernan desde hace más de cinco años.
Como dicen los abogados, “nadie puede alegar su propia torpeza”. Es el caso de esta gavilla de los mal denominados políticos. Dejan los dedos pintados, y antes de que alguien los investigue ellos mismos demuestran que se llevan para sus arcas gran parte del botín de las obras públicas que financia la Nación.
Reiteramos, antes de que alguien les llame ladrones, son los propios funcionarios zamoristas los que “confiesan” o se “entregan” exhibiendo edificios de departamentos, vehículos automotores último modelo, fincas en El Zanjón, departamentos en Córdoba, Buenos Aires, Mar del Plata, Punta del Estero y hasta en Europa.
Se dice que uno de los amigos-asesores que tiene Zamora, que es empresario de la construcción, lleva facturados casi 4 mil millones de pesos en los cinco años de gobierno del denominado Frente Cívico por Santiago. Otros indican que el gobernador ya acumula una fortuna superior a los 750 millones de pesos y que se los “cuida”, en calidad de testaferro, uno de sus amigos que, como corresponde, es proveedor del Estado provincial.
Es larga la lista y abultados los prontuarios. Todos tienen el traste salpicado, y son varios los políticos opositores, los periodistas independientes y los empleados que tienen sobradas pruebas documentales que van a ir tomando estado público cuando llegue la hora de desenmascarar al gran jefe y a toda la banda de secuaces. Como dice un abogado muy serio y respetado: “No resisten una auditoría visual”. Y así nomás parece ser.
Ah, decíamos que la lista de corruptos es muy larga, pero corresponde anticipar que la oposición tiene “folios secretos” para encarcelar a los autores de tamaña corruptela. Por ejemplo, hay un secretario de Estado que ya se ha comprado prácticamente todo El Zanjón, y ahora avanza hacia Yanda. En efecto, acaba de cerrar una “gran operación” cuando pagó a la sucesión de Américo Mattar 60.000 pesos por cada una de las 20 hectáreas con las que amplió su feudo. Pagó, al contado, un millón doscientos mil pesos ($1.200.000).
Más datos: la propiedad está ubicada en el kilómetro 1122, sobre la ruta nacional 9 y, de yapa, informamos que todo el tendido eléctrico de las propiedades de este nuevo rico fue ejecutado por Depse; un organismo oficial provincial.
La pregunta es obvia: ¿Los que todavía están sueltos, son iguales o peores que Alegre?
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