Sebastián Argibay se llama el vocal que Gerardo Zamora y Ricardo Daives nombraron en el Superior Tribunal de Justicia. Un oscuro radical, por otra parte, que militaba sin dar mucho la cara como seguidor de José Zavalía.
La última historia de “Seba” es sencilla. Fue a comprar vinos fijos en un negocio de renombre en el sector centro-sur. Cuando le dijeron que había un recargo en el precio si iba a pagar con tarjeta, se enojo, sacó chapa de “juez de Zamora” y amenazó, pero el dueño del local se mantuvo impertérrito.
Se fue, efectivamente, denunció en Defensa del Consumidor donde, en un trámite sumarísimo, multaron en 999 pesos al comercio. La sorpresa es que los 999 pesos están a favor de Sebastián Argibay, quien tiene crédito, en tres cuotas, para retirar vinos en tres meses.
Una empleada del comercio llega al 4° piso y hace firmar a la secretaria de Argibay el Boucher (comprobante de compra de un producto. Pagaré. Certificado de entrega para la compra de un producto).
¡Y pensar que criticaban a los jueces de Carlos Juárez y a las juezas de Mercedes Marina Aragonés de Juárez!
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