policias de la comisaria de la mujer 1 |
Años anteriores, una de las profesionales de Marcelo Pato que acaparaba los "premios" era Noemí Padilla (decir que en la actualidad es oficial inspector es una burla). Siempre ella, en la consideración y "estima" de los jefes policiales, quienes supieron conocer de sus bondades.
Pero este año es distinto. Pues resulta que tras tantos premios otorgados por su afinidad con los superiores, no por su capacidad policial (que directamente no posee), esta señora hoy se encuentra en una situación laboral muy distinta a otros tiempos.
Todo deviene de la famosa Cena de Fin de Año en un lugar del Zanjon, organizada por personal de la Comisaría del Menor y la Mujer Nº 1, destino laboral de la antes nombrada Padilla. La tertulia se hizo el mismo día que se publicaron los ascensos policiales, en una finca de la zona sur, desatando el festejo tanto por la despedida del año como por los que ascendieron, entre ellos Noemí Padilla. Esta digna exponente del sexo débil, provocó que esa noche, dos colegas masculinos se trenzaran a golpes de puño. Uno, suboficial de apellido Sisalli, el otro Alarcón, Agente. El primero, de notorio e indisimulado romance con la susodicha (digno del tema La Página Diez, de los Iracundos), el otro, tratando de pellizcar algo aprovechando el jolgorio y el abundante alcohol de esa noche. La combinación resultó volátil, ya que Sisalli se dio cuenta de la jugada que estaba pergeñando Alarcón, ayudado por el carácter voluble de la Padilla, quien preparaba la trapisonda a su amante.
Comentan que el hecho fue de tal magnitud que los propios compañeros de los involucrados no podían separarlos. Fue una pelea encarnizada donde el Agente Alarcón terminó con una fractura en uno de sus brazos. Terminó tomando intervención el superior de turno por Unidad Regional 1, como ya dijimos, a raíz del cariz que tomaron los acontecimientos. Este funcionario, Oficial Principal Juan Campos, elevó un extenso y pormenorizado informe a sus superiores, lo que dio lugar a las actuaciones sumariales en curso, que actualmente tiene en estado de Disponibilidad Preventiva a los tres protagonistas de esta triste y lamentable historia.
Inclusive Alarcón denunció penalmente a Sisalli, por las lesiones sufridas, constatadas por el médico de policía.
Ella, por supuesto, hábil en estas lides, intentó zafar de la situación aduciendo que fue una confusión, que no tenía nada que ver. Intentó argumentar que ella, como superior jerárquico de los contendientes, intenté separarlos en vano.
Pero también cayó en la “volteada”, más por celos del jefe de policía que por la pelea en sí. Y los mencionados Sisalli y Alarcón, se las ven en este momento "color de hormiga" porque la orden es cortarles la cabeza. Claro pues, más allá de que el hecho, grave en si mismo, resulta una transgresión a las leyes policiales, le birlaron la mina al jefe. Muchachos, por favor.
Ahora, no estaría ella en el homenaje a la mujer, rodeada de flashes y de "lucecitas montadas para escena", recibiendo las distinciones que otrora supo ganarse con esfuerzo y dedicación, bajo la atenta mirada de Marcelo Pato, Omar Quiroga, y ....siguen las firmas.
Pero quédense tranquilos señores jefes, no creo que sea tan grave, alguna mujer honesta debe quedar, no todas están contaminadas. Algunas tienen principios y valores, que como dijimos en tantas oportunidades, traen de su casa, desde la cuna. Porque eso en la institución policial de hoy, no lo van a aprender.
Este hecho, que para Marcelo Pato y Omar Quiroga es también aislado, es uno de tantos otros que día a día se suceden puertas adentro de la institución de la policía profesional. La desvergüenza y la burla, son los baluartes de esta gestión, y la presión solamente se ejerce sobre aquellos que no comparten sus felonías.
Solo es cuestión de tiempo....
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