El diario del centenario y la obsecuencia con la fantochada del jefe de policía

Como es de público conocimiento, el jefe de policía Marcelo Pato y sus profesionales, continúan sin pistas sobre los autores del asalto al banco credicoop. Pasaron 20 días del hecho y aun nada se sabe. El diario del centenario cada tanto, actúa camuflando la incapacidad del “inútil” profesional Pato. Es decir, intentar  levantar a un muerto aduciendo que”la policía desarrolla nuevas técnicas ante los novedosos métodos delictivos”.

Con estos preceptos, el jefe de Policía no tiene vergüenza, hasta se refiere y da consejos, en caso de robo a un banco que se debe hacer. Lo de las huellas dactilares y la sangre no tiene asidero, así que comisario Pato vaya buscando un cabello de los asaltantes u otra cosa para ir tirando un tiempo más, y seguir mintiéndole a la sociedad  que su policía profesional está trabajando celosamente para esclarecer el caso.
Código Rojo publicó una foto clara, a cara descubierta, de frente de uno de los delincuentes. Al día siguiente del asalto todos los medios oficialistas aseguraban que el responsable del asalto era “ari” Vázquez, el mismo que en la terminal, les tuvo lastima a los policías profesionales y por inútiles no los mató a tiros, a pesar de armar un gran despliegue policial para nada. En estos momentos y al pasar los días los asaltantes deben estar riéndose de nuestra policía, imagínense, roban un banco como si nada, con todo el “operativo saturación” implementado por los “cráneos” policiales, Pato, Camaño, “cuchipelo” Ibáñez y nadie  vio nada, a pesar que están parados en las esquinas sin saber para qué.
Si algo hay que destacar de nuestra policía es que son buenos y se destacan en los puestos camineros, o si no pregunten al comisario Lucio Díaz, como a  otros subalternos, o bien para desvalijar colectivos que vienen desde Bolivia.
Pero remitámonos a analizar lo publicado por el diario, que destaca la profesionalidad de nuestra policía que a pesar del tiempo transcurrido,  aun no tienen pistas de los arrebatadores que se llevaron un maletín con dinero del contador Giménez.
Los efectivos de las fuerzas de seguridad fueron depurando sus formas de combatir los ilícitos y las nuevas “destrezas” de los malhechores, que fueron cambiando de metodologías.
 
Con este título el diario local El Liberal informaba al pueblo santiagueño. 
Verdaderamente resultaba llamativo leer esta información que seguramente es muy útil para poder contrarrestar los delitos. Porque en este momento somos los ciudadanos comunes quienes nos debatimos con la delincuencia, ante la ausencia total de la policía. En nuestro caso particular, queremos conocer las nuevas "metodologías" de los delincuentes.
Si bien no se ha dado a conocer públicamente, puertas adentro de la Policía, de un tiempo a esta parte, ha crecido la preocupación por la sofisticación del modus operandi de algunos delincuentes. Pero el desarrollo de nuevas técnicas, dentro de la fuerza, ha permitido la identificación de estos delincuentes y, en varias ocasiones, la aprehensión de los mismos.
El personal del Departamento de Inteligencia Criminal y de la División Delitos Comunes realizan capacitaciones y estudian los nuevos movimientos de los delincuentes para estar “un paso delante de ellos, antes y después de los ilícitos”.
En este párrafo se resume la preocupación que tiene la fuerza policial "de un tiempo a esta parte", o sea que la preocupación no fue constante, por la "sofisticación" del modus operandi. En este sentido, los arrebatadores, los punguistas, los descuidistas, los sogueros, etc., la verdad que han revolucionado su trabajo, que pasó de ser artesanal a un modo inteligente y sofisticado de perpetración. Los sogueros de la zona sur tendrán GPS para identificar donde hay zapatillas de marca recién lavadas.
En cuanto a la capacitación del personal de Inteligencia Criminal (D-2) y de Delitos Comunes (Brigada de Investigaciones del D-6) es indudable su preparación y el altísimo grado de profesionalismo alcanzado. Esto está demostrado en el caso del Banco Creediccop.
Además de contrarrestar los ilícitos y prevenir y disuadir a los delincuentes foráneos que prácticamente ya ni se aventuran a territorio santiagueño, la gente de Inteligencia Criminal se da tiempo para "ajustar" al propio personal policial, con seguimientos y escuchas telefónicas.
Si respetables lectores. El propio personal policial es investigado, a fin de que no cometan hechos de corrupción y/o transgresiones a la ley de generalidades policial. Así se puede ver al heredero del jefe de policía, perseguir en la calle a sus colegas que circulan en moto sin casco, para fotografiarlos a fin de que su papá los sancione. También hace lo propio con policías que están franco de servicio a los que puede identificar. Hijo de hiena al fin.
Una de las primeras cosas que ha cambiado con respecto a los robos que se venían dando en la provincia es la calidad del “trabajo de inteligencia” que realizan los ladrones.
Según indicaron fuentes policiales, antes los delincuentes se conformaban con saber que el lugar que iban a asaltar tenía mucho dinero. Ahora el trabajo es mucho más depurado.
No sólo saben que hay dinero, sino que además tienen un dato exacto de los montos, de las personas que lo guardan y de los sistemas de seguridad que hay en el lugar.
Esta apreciación es increíble. El policía que dijo esto al periodista es un dechado de virtudes, un émulo de Marcelo Pato. O sea que quienes robaron el Credicoop sabían todo esto, sabían que en el banco había dinero!!!!! Las personas que los guardan, en este caso el tesorero, y conocían los sistemas de seguridad. Tal vez eso ayudó a que escaparan sin dejar rastro, a pesar de que los policías están “un paso delante de ellos, antes y después de los ilícitos”.
En cuanto a los empleados infieles la nota dice: De acuerdo con lo que señalaron fuentes policiales, la mayoría de las veces que se hizo un atraco con un jugoso botín, es porque hubo un informante interno.
La policía divide a los “dateros”, como se conoce en la jerga policial a los que dan información para un atraco, en dos grupos.
Por un lado están los “informantes involuntarios”, que deslizan en una conversación cuánto dinero se maneja en una empresa o el lugar dónde se guardan los fondos, o algún otro detalle significativo. Debe entenderse así que estos informantes involuntarios son los que los que le avisan a los malhechores cuánto dinero hay, quien lo guarda, donde, y que sistemas de seguridad posee la empresa, comercio, vivienda, etc. Es decir, de una conversación casual, el delincuente saca toda esta información. Hay que tener cuidado de ir a tomar un café con un amigo entonces, mira si luego te roba tu casa.
El resto de la información, corre por cuenta del trabajo de inteligencia de los ladrones.
En otro grupo están los “dateros” rentados, que son empleados infieles que dan información a un grupo de ladrones para que realicen el atraco. “Hay muchos trabajadores que están disconformes con sus empleadores. No son lo suficientemente valientes para robarles, pero sí para pasar un dato a cambio de dinero”, señaló un especialista en seguridad dentro de la fuerza. Esta parte si que es preocupante. Atención los propietarios de las firmas comerciales del medio local. Deben tener bien contentos a sus empleados, darles franco dos veces por semana, aumento de sueldo cada seis meses, bonificaciones, y porcentajes sobre las ganancias, porque si no estarán disconformes y pueden pasar información a los ladrones.
“Siempre arreglan por un monto de dinero que casi nunca reciben, los ladrones hacen el atraco y se esconden sin repartir el botín con el ‘datero’”, agregó. Esto último es magnífico. Se ve que los de Inteligencia Criminal estudiaron todo, y llegaron a esta conclusión. Los chorros no reparten el botín con los dateros. Arroyo, mientras vos investigas a colegas, los demás conocen tus "inclinaciones".
Siguiendo con la nota, ésta agrega: Antes, según señalaron las fuentes, los delincuentes se preocupaban más por el atraco que por la forma en la que escaparían del lugar.
Ahora, las rutas de escape son una prioridad. Los delincuentes planean cómo salir del lugar antes de planear cómo entrar, en caso de que se frustre el robo que pensaban llevar a cabo. Es decir, nunca antes los delincuentes se preocupaban en escapar, nunca planificaban por donde huir. Simplemente robaban y salían por donde había menos gente o menos vehículos. Pero ahora jajá, ahora si planean una ruta de escape. Por eso debe ser más difícil atraparlos.
Una metodología, que antes era la excepción, como cambiar de vehículo tras un robo, ahora es la regla. En un atraco realizado en junio del año pasado en una estación de servicio bandeña y en el asalto al Banco Credicoop, los delincuentes cambiaron los rodados en los que se movilizaban para despistar a la Policía.
Pero la Policía ya comenzó a desarrollar técnicas para combatir esta nueva forma de operar. El primer paso fue la instalación de cámaras en distintos puntos de la ciudad y en todos los peajes de acceso y salida de la provincia.
Obviamente están hablando de personas con apoyo logístico importante o poder adquisitivo para conseguir dos rodados distintos. No es como en Buenos Aires por ejemplo, donde los delincuentes previamente "levantan" un vehículo para ser utilizado en el atraco. Pero preste atención el lector, a que hubo en promedio un hecho de estas características por año. Pero el "especialista policial" que da la nota, dice que esta metodología, que antes era una excepción es ahora la "regla".
Pero ahora los delincuentes están en figurillas pues la cantidad de cámaras instaladas en la ciudad y en las rutas impedirá que salgan sin ser identificados. Sólo hay un detalle: la policía tiene que arreglar con la empresa de tv local que les instaló las cámaras, son un bodrio, solo sirvieron hasta ahora para registrar accidentes de tránsito.
Además, los policías están trabajando para optimizar la velocidad con la que se hacen los cortes de ruta. “En Santiago las rutas de escape son pocas, para salir de la provincia hay que utilizar las rutas 9 ó 34, esa es una ventaja que estamos trabajando y que en un futuro muy próximo vamos poder aprovechar”, afirmaron.
¿Quien es el especialista que dijo esta barbaridad? Debe ser uno de los tantos profesionales que tiene Marcelo Pato a su cargo, igual que él, nunca salieron de la jefatura, no conocen nada. Miren si con la extensión territorial que tiene la provincia a ellos les parece que hay solo dos rutas para escapar.
La metodología utilizada por los ladrones ha cambiado. La Policía intenta estar al corriente de esos cambios, puesto que estadísticamente Santiago del Estero es una de las provincias más seguras del país.
Estadísticamente, Santiago del Estero es una provincia segura. ¿Cómo pueden hacer tal afirmación cuando desde hace cuatro años a la fecha, exactamente el tiempo que llevan Pato y Quiroga al frente de la institución, los delitos se suceden todos los días. Se aventuraron a decir que no, o es que los delitos hayan aumentado, sino que estos son más elaborados. Eso es una burla a la sociedad y a los nuevos policías que creen que honestamente llegarán a algo. Hubo varios policías que elevaron proyectos (mal llamados proyectos, mejor sería decir ideas) algunas interesantes. Pero Pato, con su ignorancia a cuestas, sumado a su egoísmo, se apropió de las mismas y las presentó al gobierno como de su autoría. Hoy, nadie quiere arrimarle una idea, porque saben que es una pérdida de tiempo.

Y terminan diciendo: la precaución de los comerciantes ante las visitas sospechosas son fundamentales. Vale decir, que los comerciantes, empleados, ciudadanos en general, no solo deben atender su negocio y sus propios problemas, sino también estar al tanto de las visitas sospechosas. Imaginen Sres Lectores un local comercial como una ferretería (no damos un nombre, a ver si todavía lo asaltan y dicen que es culpa nuestra), la cantidad de personas que ingresan. ¿Creen que los propietarios van a estar mirando si tienen actitudes sospechosas?
Lamentablemente el diario oficialista hace "la del gato", busca tapar la cag....Pero la gente ya no come vidrio, se da cuenta que el delito existe y avanza inexorablemente sobre sus bienes. Antes tal vez eran los comercios, hoy son las viviendas familiares, con sus moradores adentro muchas veces. Los delincuentes se aventuran porque saben que hay zona liberada, a propósito como asa en el centro de Santiago y La Banda, o liberada porque no hay trabajo de prevención, no hay policías en la calle. Y cuan do están, no saben  para que los dispusieron en el sector.
Igualmente El Liberal se contradice, porque mientras trata de minimizar el robo al banco Credicoop y la creciente ola delictiva, en una página anterior, sección La Banda, un oficial jefe de sumarios entrevistado por un periodista de ese medio, confirma la alarmante cantidad de delitos en su jurisdicción, la falta de personal y de vehículos para recorrer, con la imposibilidad de hacerlo ante la extensión de su área de competencia. Entonces ¿en qué quedamos?