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miércoles, 10 de marzo de 2010

LA MISMA POLICIA GENERA INSEGURIDAD


La locura que se vive a nivel local con el tema de la inseguridad, esta visiblemente soslayado por las autoridades de gobierno, quienes en ese sentido mantienen a Marcelo Pato y Omar Quiroga como cabezas de la institución policial, hoy devastada y debilitada desde sus cimientos.

La otrora fuerza policial, respetada por todos los ciudadanos, quienes depositaban en ella su confianza y la tranquilidad de que sus familias estaban protegidas, hoy le temen. La corrupción y la bajeza de su “Plana Mayor”, hacen esperable cualquier situación irregular.

Corrupción generalizada, tal vez en espacios en los que antes esa situación era solo conocida en determinados y específicos estratos, hoy muestran una forma infecciosa que ha calado la institución hasta los huesos. Septicemia generalizada que no se puede combatir con antibióticos, por lo que solo se erradicará con la muerte del enfermo.

Desde la selección de los postulantes o aspirantes tanto a agentes como a oficiales, a quienes lisa y llanamente los “manguean” y/o acosan sexualmente según su condición de género para asegurarles el lugar, sin dejar de mencionar los acomodos políticos, pasando por la defraudación que se produce en el Liceo Policial. Con cuotas tan elevadas como si se tratara de un colegio privado de elite, que obviamente redunda en beneficio de quienes están (y estuvieron antes) a cargo de la sección Finanzas, y obviamente a los directores, quienes al dejar el cargo ya cambiaron auto y remodelaron sus casas. Y hablando de eso, el nuevo director designado en ese instituto es el sub.comisario Navarrete, primo de Marcelo Pato. Saquen sus conclusiones.

¿Y si hablamos de la famosa por muchas cosas y ninguna buena “Sustracción de Automotores”? Todo el que pasó por allí hizo fortuna, pero cada cierto lapso de tiempo, “se descubre” algo que motiva el traslado de parte de su personal. Como pasó recientemente, con el jefe y un oficial principal, removidos porque estaban repartiendo en partes desiguales. O sea a favor de ellos. Pero quedó en eso, nada más.

Un tiempo en el freezer y luego de vuelta al mismo destino, a seguir robando.
Licitaciones para compra de equipamiento que termina siempre en beneficio de empresas amigas del gobierno y/o jefe de policía. El lunes se entregó un parque de camionetas y motos, para “mejorar el servicio policial”, que estimo que en menos de un año no quedarán ni el 30% en circulación. Porque a la falta de capacitación en manejo (todos los policías –todos- aprenden a manejar en estos vehículos oficiales) hay que agregarle el desgaste excesivo que sufren (a los procedimientos se le suman el traslado de los jefes a atender cuestiones particulares, traslados de los hijos a la escuela, la esposa al supermercado, etc.), sin dejar de lado la falta de personal I-D-O-N-E-O para el mantenimiento de los mismos.

Si miramos de cerca, un periódico local daba cuenta de que las motos son marca HONDA modelo Tornado 250 cc, como las que ya tiene el Escuadrón Táctico Motorizado, pero en realidad son marca GILERA, que en seis meses no servirán mas, por su baja calidad y por lo anteriormente mencionado. Esa baja calidad deja la sensación de que un vuelto quedó a favor de algunos en esa compra. Recordemos que no hace dos años y medio que se renovó el parque automotor, y ya fue necesaria esta nueva compra, lo que muestra que todo lo dicho es previsible. Falta capacidad en la conducción. Además ya nadie cree que agregando móviles e incorporando más personal se soluciones los graves problemas que acarrea la inseguridad. Hace años que se hacen estos procedimientos y no han dado ningún resultado hasta el presente.

Acotemos que los fantasiosos proyectos presentados por Pato y Quiroga, han caído al vacío inexorable de la sinrazón, pues de sus ambiciosas presentaciones solo se alimentan sus egos y la desvergüenza de quienes los adulan. Pero lo realmente lamentable es que el gobierno, en la persona del Sr. Gobernador, aún “cree” en ellos dejándoles la responsabilidad de nuestra seguridad en sus manos. Estos émulos de Pedro Pica piedra y Pablo Mármol han quedado en el tiempo y su escasa o nula preparación esta siendo reflejada en cada acción que realizan.

Son ineptos en el amplio sentido de la palabra y todas las abstracciones que de ella surgen.
No olvidemos que desde que estos traidores están al frente de la institución, el delito ha aumentado progresivamente, y ha ampliado sus modalidades. No importa que cada tanto los inoperantes que manejan las estadísticas ficticias de la policía, se esmeren en mostrar cuadros con datos que intentan mostrar lo contrario. Todo hombre de comisaría sabe la cantidad de denuncias que se reciben por turno (no por día, por turno), sin mencionar todas las que los hábiles sumariantes y jefe de sumarios “taquean” o truecan por exposiciones reservadas. Tampoco se mencionan todos los delitos que suceden y cuyos damnificados evitan denunciar, por la pérdida de tiempo que ocasiona y por la falta de confianza en la policía. Entonces, luego no vengan a decir estos sátrapas que el delito ha bajado, sino todo lo contrario. Digo más, ellos mismos lo han aumentado con sus actos, que también constituyen delitos.
Así las cosas, parece inalcanzable una situación al menos de tranquilidad. No la podemos pretender así nomás cuando puertas adentro de la institución hay graves falencias que perturban la estabilidad de los policías, me refiero a los que se consideran a si mismos como tales.

No hablemos de los otros, que hasta ayer contaban antecedentes policías y/o judiciales y por política están sirviéndose de su nueva condición, jamás nunca sirviendo a la comunidad.

Y los ascensos. Ni hablar. En estos últimos ascensos, que tienen que ver con los que arreglaron estos sinvergüenzas y su anterior plana mayor, que por suerte ya pasaron a retiro, han quedado al descubierto gravísimas irregularidades, las que se pueden comprobar cotejando los decretos correspondientes. Estos despropósitos han permitido que personal sin experiencia ni capacitación hoy emerjan de la nada como jefes de dependencias, que antes, por tradición estuvieron a cargo de oficiales superiores con al menos cierto grado de experiencia.

Pero para ellos, nuestro amigo Pica piedra tiene reservada la capacitación de nivel superior a través de su Diplomatura en Gestión de Organizaciones Policiales, lo que les deja a los noveles oficiales jefes dos caminos. No cursarla, que implicaría traslados y persecutas, o cursar y aguantarse el fastidio de escuchar la sarta de estupideces que les imponen, como “atención al público”. Psicólogos y demás ahora devenidos en profesores, con nula capacitación y experiencia en seguridad, o como mínimo, en trabajo policial, son quienes
les dictan sus clases. Es la policía profesional de Pato y Quiroga, no lo dejemos afuera a este último.
Hace un rato largo que el Gobernador de la Provincia debía promover un cambio, esperado por muchos, el 90% o más del personal policial y el 100% de la ciudadanía. Esta situación es insostenible, se ha transformado en una lucha entre iguales, de la cual sacan rédito los “chorros” (se alude a todos, sin excepción).
Personas que mueren dentro de una comisaría, a manos de policías profesionales (tal como Pato hace referencia siempre), presos que pagan para fugarse ante la mirada complaciente de unos, y el perjuicio de los otros tontos policías que son pasados a disponibilidad en un afán de mostrar que no hay contemplación para nadie. Los verdaderos culpables, impunes.

Policías haciendo “servicio de inteligencia”, tanto del D-2 como de Investigaciones, mezclados con gente que reclama mejoras saláriales, para marcar a los que encabezan las marchas y someterlos a presiones y amenazas. Estos inútiles solo sirven para eso, y para “cagar” a otros policías, de quienes nunca podrán llamarse colegas.
Y como triste corolario de todo esto, hace un par de semanas atrás, la vigilancia que cumplía personal del Cuerpo Guardia de Infantería en el domicilio del Jefe de Gabinete Elías Miguel Suárez, en calle Garibaldi casi Congreso, se descuidó. Suele pasar.

La ausencia momentánea para ir al baño, caminar hasta la esquina para no dormirse, etc. En ese lapso, manos anónimas colocaron en el lugar una caja conteniendo cables, emulando un artefacto explosivo. Contenía además una nota que decía: “La próxima no te salvas”. Eso motivó el airado reclamo, el cambio de Jefe del Cuerpo de Infantería, y el refuerzo de personal de custodia. Pero nada se dijo, nada trascendió, o al menos eso creyeron ellos. También, al Sr. Ministro de Salud, lo apuntaron con un láser mientras estaba en su departamento de calle Olaechea, lo que motivó su huída a un hotel para pasar la noche. Hoy también tiene un hombre de consigna en el lugar.

Señores, eso aparentemente fueron broma. Pero esto deja ver que fácil sería para cualquiera atentar contra ustedes. ¿Y esperan que su policía profesional los proteja? No se preocupen, ya tendrán tiempo para asustarse.

El Gobernador debe producir ese cambio ya, ahora aún esta a tiempo de revertir su imagen, que poco a poco languidece y que Pato y Quiroga no ayudan a mejorar. No le preste atención al llanto y a los lamentos del jefe de policía, que cada vez que surge un hecho que pueden decidirlo a Ud. a echarlo, va a Casa de Gobierno a rogarle que lo mantenga en el cargo porque teme las represalias de todos los que perjudicó. Es jefe de policía pero también espía para el otro bando, acuérdese de estas palabras. Sino pregúntele a “Sugus”, quien sabe,que lo hacía seguir con personal del D-2. ¿O no?

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