La presidente Cristina Fernández de Kirchner conminó al gobernador Gerardo Zamora que arregle (que “acuerde”, le recomendaron), con los auto-convocados de Salud (médicos, enfermeros y empleados).
Entre hoy martes y mañana miércoles vendrian a Santiago altos funcionarios del gabinete nacional con la misión, exclusiva, de acompañar al mandatario provincial en las gestiones y diligenciamientos con los trabajadores de la Salud Pública.
A más tardar el miércoles a la noche, tiene que haber una solución con las respuestas a los requerimientos de los disconformes, porque la Presidenta “no quiere más marchas multitudinarias y, mucho menos, contra marchas del zamorismo. Quiere arreglo”, dijeron ayer capitostes kirchneristas de la Capital Federal, y se lo van a reiterar a Zamora en esta visita.
Para el caso de que integre la comitiva nacional el ministro de Salud de la Nación, el tucumano, Juan Manzur, podría consensuar con Zamora el nombre del próximo ministro de Salud de Santiago del Estero, en reemplazo del actual, Luis Martínez.
Por tal motivo podemos anticipar que, tanto Néstor como Cristina Kirchner habrían recomendado a Manzur que le sugiera a Zamora un médico de máxima confianza del matrimonio presidencial y defensor de este modelo de gobierno, quien también arribaría con la delegación nacional.
La Nación tomó al toro por las astas y, consecuentemente, terminarían estos enfrentamientos producto de la sinrazón, la ceguera, el rencor y el resentimiento del gobernador Zamora y sus asesores.
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