No hay abogado que no cuente que, pasillando el Palacio de Tribunales, comprueba a cada rato que éste es el peor Poder Judicial provincial que tuvo Santiago del Estero. Y fundamentan la definición diciendo que son jueces y magistrados ineptos y/o irresponsables.
Estas críticas son sustentadas por fallos de éstos funcionarios judiciales de Gerardo Zamora (gobernador) y de Ricardo Daives (ministro de Justicia).
Además de ineptos y/o irresponsables, hay algunos del cuarto piso que ni se ponen colorado a la hora de pisotear las reglamentaciones y dar órdenes como si fueran patrones de estancia.
Por ejemplo, en agosto del año pasado, el Superior Tribunal de Justicia, por orden expresa de Zamora y Daives, hizo designar (entre otros), a una nieta de una diputada provincial del Frente Cívico.
La jovencita (tiene 23 años), con el acomodo de su abuela legisladora zamorista, logró también, por la tarde, un contratito de locación.
Descansó el mes de feria (todo enero), pero resulta que el primer día de febrero presentó un certificado médico por el cual solicitaba una licencia por 30 días y en el que figuraba que padecía “estrés”. ¡Bien haya, trabajó seis meses y ya estaba fatigada! Por supuesto, la mandaron a descansar.
Ahora, en marzo, en lugar de reintegrarse, la joven empleada nieta de una diputada radical se presentó con un nuevo certificado médico que aconsejaba otros 30 días; también por estrés.
Como corresponde, los médicos de Tribunales le rechazaron el certificado y dijeron que no estaban dispuestos a firmarle el largo descanso.
La nieta habló con su abuela diputada; éste le avisó a Daives y, juntos, fueron a visitar a Zamora, planteándole tamaño problema suscitado en el Poder Judicial.
El vocal del Superior Tribunal de Justicia, Sebastián Argibay (de extracción radical), descendió del cuarto piso y encaró al subsuelo donde increpó y amenazó a todo el Cuerpo Médico. “O le firman la licencia por estrés a ésta empleada o los corro a todos”, amenazó el magistrado zamorista.
Parece que los profesionales se achicaron y terminaron avalando el estrés de la empleada fatigada.
Debe saber Argibay que existe un delito que se llama abuso de autoridad. Él está incurso en esa grave trasgresión.
Es el mismo vocal del Superior Tribunal de Justicia que de un plumazo ascendió a una empleada a jefa de Relatores, no sólo para que pase a ganar más de 4.000 pesos, sino que estará cerca de la oficina del superior, en el cuarto piso.
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