Lo que viven los vecinos de Colonia Dora y demás parajes cercanos es realmente inaudito. Han perdido sus pocas pertenencias, animales, viéndose obligados abandonar sus casas para habitar en improvisados galpones mal acondicionados para albergar tanta gente.
Y les asiste razón a tanta bronca. Es inexplicable y no existe excusa alguna que justifique a los funcionarios del gobierno por tanto inoperancia y falto de previsión, para evitar una catástrofe conocida y esperada por todos. Debió la furia del Rio Salado amenazar ciudades para que autoridades del Consejo Provincial de Vialidad - Recursos Hídricos - Ministerio de la Producción - Dirección de Aguas, se hicieran presentes en el lugar. Pero era demasiado tarde, el daño ya era irreparable y el cauce del rio incontrolable. Solo la buena de Dios y la naturaleza misma pueden regular al embravecido rio.
Y los habitantes del lugar lo saben. Descargando su bronca contra todo funcionario del gobierno que se animaba llegar al lugar. El que peor la paso fue nuestro Vice Gobernador Ángel Hugo Niccolai, hombre fuerte de la zona. En una improvisada reunión mantenida a la vera de la ruta, en encendido discurso vanamente intentaba explicar a la gente las razones de tremendo desastre. Claro está, las lluvias y la naturaleza eran sus responsables y no el gobierno del cual forma parte.
El resultado: Fue previsible, el remedio empeoro la enfermedad. La gente lo abucheo e increpo con gruesos epítetos y poco falto para que alguno de los presente hasta lo agrediera físicamente.
Después de esa situación, Niccolai jamás volvió aparecer en la zona y Colonia Dora se volvió una ciudad situada por la " policía provincial " que lejos de colaborar con los inundados ciudadanos, se dedican a custodiar a los representantes del pueblo ( Intendentes - Comisionados y demás autoridades ), hasta se da protección a la Empresa privada de transporte " San Cayetano " que pertenece a la ex esposa del Sr. Gobernador ( Mariela Tarchini ), las que son escoltadas por las nuevas camioneta Toyota de la policía local a lo largo de su trayecto.
Es que, los vecinos ya habían bloqueado en represalia por tanta improvisación dos unidades de esa empresa y amenazaban con prenderles fuego si no se tomaban los recaudos para evitar el ingreso de las aguas a la ciudad. Toda una vergüenza ante tanta imprevisión.-
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