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miércoles, 13 de octubre de 2010

Corrupción sin límites en el gobierno y la policía provincial‏

Los últimos acontecimientos a nivel provincial nos muestran los graves hechos de corrupción que llevan adelante todos los funcionarios de este gobierno provincial. De la mano de un Zamora que quiere perpetuarse en el poder, está llevando a la provincia a la más caótica de las situaciones.

En este apartado no nos referimos solo a los funcionarios de las altas esferas, pues inclusive aquellos de medio pelo o bajo rango, quienes están mostrando las uñas largas. Entre ellos, quien era  mencionado como el Sub Secretario de Desarrollo Ciencia y Tecnología, Horacio Salvatierra, quien fue echado a patadas por coimero y corrupto, claro está, que este trabajo no sólo le daba importantes réditos personales sólo a él, sino al funcionario a quien le rendía pleitesía. Nótese que el gobierno nunca salió a explicar el motivo por el cual se "le pidió la renuncia", ya que sería un embrollo difícil de salvar.

La corrupción imperante está desbordando, y ya es muy difícil de tapar. Pero Horacio Salvatierra, quien ocupó una cartera que ni siquiera existe en el organigrama gubernamental la figura de Sub Secretario de Desarrollo, tuvo que irse  tranquilito y sin chistar.

El sueldo que percibía sólo eran monedas, chucherías. Lo realmente "grosso", lo obtenía de los oscuros negociados al amparo del Contador Juan Carlos Costas y el gobernador Zamora. Pero en el último negocio, el alumno quiso ser más rápido que el maestro, y lo mandaron a guardar. Pero lo mismo, el tiene algunos dinerillos ahorrados, y sigue teniendo algunos negocios, que develaremos en breve, para conocimiento de la ciudadanía, entre ellos los obsecuentes adulones que pretenden una re- reelección de Zamora. Mientras tanto, Néstor Carlos desde Buenos Aires, ya le bajó el pulgar, así que vayan viendo que van a hacer luego del 2013. Aunque no es de extrañar que reformen la constitución de la provincia.

Y en esa sintonía se mueve el gran corrupto jefe de policía. Otro inepto puesto en funciones por Zamora y Neder, sostenido sólo por los espurios negocios que lleva adelante, con pingues ganancias para las partes, que llevó a la policía de la provincia a la peor de las catástrofes.

Delitos por doquier, donde no solo tenemos que cuidarnos de los delincuentes comunes, locales o foráneos, sino debemos cuidarnos aún más de los elementos corroídos que tiene hoy nuestra policía. Y esta situación se gestó desde el día que Marcelo Pato y Omar Quiroga fueron designados en sus respectivos cargos.
Los oprobios que han realizado, en beneficio personal y de sus mentores, en desmedro de todos los integrantes de la fuerza policial, es algo que no tiene parangón, nunca antes visto en toda la historia policial, que no es corta por cierto.
Hoy, Pato anda de viaje por Israel, llevando el encargo de Zamora, con el ridículo verso de que fue a realizar un curso. ¿De qué? ¿Para qué? Aun suponiendo que fuera cierto el curso, no me van a decir que eso cambiaría en algo la situación, solo serviría para que siga jactándose de lo bueno que es. Si antes alardeaba de ser el mejor cadete de la historia de la escuela de policía, y el policía mejor preparado de la provincia (incluso no estaba seguro si lo era nivel nacional), al regreso de su viaje dirá que se preparó con la mejor fuerza de seguridad del mundo.

Tal vez, en los años por venir, le sirva para aliviar el peso de las causas que lo llevarán a la cárcel. A él, y a todos sus secuaces. Esta es la famosa policía profesional de Pato, ya no se lo ve como antes esgrimiendo falaces argumentos de que se ha bajado el delito.
Con sólo leer algunos periódicos locales podemos darnos cuenta de que esto nunca sucede, y no será nunca así mientras estas lacras sigan imperando, pues a los delitos de todos los días, se suman los hechos cometidos por el personal policial, que son delitos también y agravados.

En base a una noticia del día de ayer, podemos trazar una simple comparación entre la policía profesional de Pato y Quiroga, y la paupérrima realidad, lo que genera un gran contraste.
Un ciudadano víctima de un delito, fue a denunciar el hecho en Comisaría 14º de la Banda, donde no le recibieron la misma con el argumento de que no tenían papel y no tenía tinta la impresora, o ésta no funcionaba, y que el móvil no salía por falta de combustible. Por lo tanto el damnificado concurre a la Unidad Regional Nº 2 con el mismo propósito, pero allí nuevamente lo derivaron a la Comisaría 14º "por jurisdicción". Conclusión, el atribulado caballero, no pudo hacer uso de su derecho de denunciar. Queremos mencionar que ese argumento escuálido es una verdadera vergüenza, o desvergüenza de parte de los policías involucrados, pues la denuncia la podían recibir con una máquina de escribir, o bien redactar la denuncia de forma manuscrita, ya que eso también está permitido. ¿Cómo creen que se recibían antes las denuncias?
Mientras el argumento de la falta de elementos de trabajo es lo mejor que se les ocurre a los émulos del jefe de policía (que nadie discute que es cierto, pues en la mayor parte de las dependencias policiales faltan recursos), si existen medios por parte del gobierno para que Pato vaya a hacer un curso. Que ratería.
Por otro lado, el comerciante de Pampa de los Guanacos que fue apretado por los policías en principio, que resultaron ser cuatro, y a los que ahora se agrega un oficial de Drogas Peligrosas, pide a gritos protección para él y su familia. Pide a la policía que los proteja de otros policías. ¿A donde hemos llegado señores?
Fueron a "apretar" en un automóvil particular, y con vales de combustible del Departamento Logística. ¿Y el oficial encargado de proveer esos vales? ¿Se investigará como corresponde su participación? ¿Podrá justificar su accionar? Pasó de igual manera en el recordado caso Seggiaro, recuerdan. O sea que la trama sigue, y es larga la trenza.

Esta es la triste realidad en la que nos han sumido los corruptos funcionarios de este gobierno.

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