Néstor Kirchner rodeado de catorce gobernadores serviles es la foto del acto organizado por el ex presidente en Río Gallegos. Su discurso fue más moderado después de una semana en que la Diarquía K y su corte, en especial la nueva adquisición, el canciller Timermman, no han dejado de decir pavadas y de hacer barbaridades que han llamado la atención no sólo a los argentinos sino a los principales medios del mundo con comentarios que nos dejan muy mal.
No importa el tono de los discursos, el contenido no deja de ser autoritario y violatorio de la ley. La Constitución Nacional establece claramente que las constituciones provinciales deben encuadrarse dentro de las normas que los constituyentes nacionales establecieron.
Las autonomías provinciales no pueden ser el pretexto para la impunidad de los gobiernos, por la violación de los derechos, libertades y garantías de los ciudadanos de cada provincia. Los fallos de la Corte Suprema, son siempre de cumplimiento obligatorio, no existe el “imposible” salvo para los aprendices de dictadores.
Muchos críticas ha recibido el radicalismo por su actuación en casi ciento veinte años de historia, no es el caso analizarlas en esta nota, pero siempre se le ha reconocido su adhesión a la democracia, a la única sin adjetivos, a la libertad, al equilibrio de poderes.
Por eso llama la atención que alguien formado en esa escuela, como es el caso del gobernador Gerardo Zamora, esté tan alineado con un matrimonio que han demostrado su vocación dictatorial.
Es cierto que las necesidades financieras, provocadas por la diarquía K al centralizar los recursos y disminuir los porcentajes de la coparticipación federal, sirven para extorsionar a los gobernadores, pero también es cierto que hoy los números en el Congreso permitirían terminar con ese manejo discrecional del gobierno nacional, que sirve para disciplinar y someter al interior del país y facilita la corrupción cuando toda la obra pública las maneja un personaje como Julio de Vido, que no ha demostrado eficiencia, que ha fracasado en todos los temas preocupantes de nuestra infraestructura y es sospechado de manejar parte de la corrupción K con sus sobreprecios ya denunciados por Roberto Lavagna, semanas antes de dejar el ministerio de Economía a fines del 2005.
Cuando era oposición, el actual gobernador Zamora pronunció fuertes discursos contra el gobierno de Carlos Juárez, y resulta que hoy -según críticos de esta administración- hace peores cosas que el caudillo justicialistas porque en Santiago no hay libertad de expresión, se practica el espionaje en alta escala y no existe la división de los poderes.
El fuerte alineamiento con Néstor Kirchner hacen pensar que ha dejado las convicciones juveniles mutándolas hacia tendencias feudales, que han sido la causa del enorme atraso del Norte Argentino y la pobreza y falta de esperanzas de sus pueblos. La cultura del servilismo sigue vigente, esa cultura lleva a la mendicidad y a la indignidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los comentarios publicados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de sanciones legales. Aquel usuario que incluya en sus mensajes algun comentario violatorio del reglamento sera eliminado e inhabilitado para volver a comentar. Enviar un comentario implica la aceptacion del Reglamento.