La ignominia de los contratos de locación

Por José Luis Zavalía.Estimadas amigas y amigos:
He recibido numerosos e-mails preguntándome "qué pasó con los contratos de locación que supuestamente iban a pasar a empleo público el 30 de JUNIO... y hasta ahora nada". Con variantes, los mensajes se lamentan aproximadamente bajo argumentos parecidos.
Que el gobernador Zamora dijo "...se tomarían 90 días... porque el tema de la lista ya la tiene la dirección de informática de la provincia"... "pero ya se cumplió -sobradamente- el plazo y nada".
Muchos empleados en negro, que vienen de años atrás con contratos de locación, afirman:
"Eso que está en los medios oficiales, hasta Zamora se vanaglorió" de que los empleados pasarían a pertenecer al Estado "en su mensaje anual y en sus dos posteriores publicaciones" (y se adjuntan fotografías de diarios).
Los protestantes nos piden:
"Por favor publiquen algo al respecto, más de 5.000 contratados se lo agradecerán con creces y que el Dr. Zamora cumpla con su palabra!
Gracias..."
Angustiosa inestabilidad
Con justicia, estos trabajadores santiagueños se preocupan por su futuro. Vienen soportando todo tipo de dificultades y la angustia de la inestabilidad laboral.
Y sin duda que nosotros, los diputados de la UCR-FUP, haremos todo lo que esté a nuestro alcance para obtener una mejora real de su situación. Tal como ya lo hemos hecho: constantemente, hemos venido presentando solicitudes de informes, y proyectos legislativos que tienden a presionar el Ejecutivo para obtener la estabilidad laboral de miles de empleados públicos en Santiago del Estero.
Con la increíble oposición incluso de los sindicatos, algunos de cuyos astutos Manipuladores son miembros de la legislatura provincial.
También es perfectamente comprensible que los trabajadores, al ver cómo el presupuesto de gastos públicos se ha multiplicado en los últimos años, se pregunten cuándo les va a tocar una parte a ellos.
Sin embargo, debemos considerar que ningún beneficio puede venir del cielo, sino debemos efectuar genuinos esfuerzos para obtenerlos.
Y el ver que casi el cincuenta por ciento (¡la mitad!) de la población de la ciudad Capital no ha concurrido a votar en estas elecciones... Nos lleva a creer que, o bien decenas de miles de personas han sido confundidas por la propaganda oficial... o bien no comprenden que el arma más potente de la democracia es el voto. Con él se pueden obtener todos los beneficios y garantizar todos los derechos: si se elige a los candidatos adecuados.
La política del aturdimiento
El gran despliegue de vehículos del oficialismo, yendo a buscar a sus casas a sus votantes cautivos, logró volcar una gran parte de los resultados a su favor.
Completó la maquiavélica estafa electoral con la sumisión de un sector de la oposición, que privilegió sus intereses por sobre el objetivo más noble: el de representar a toda la población.
Un pueblo alucinado por fuegos artificiales, engañado por medios de comunicación mentirosos, intimidado por una pandilla gobernante que dispone al parecer de recursos abrumadores... terminó cayendo en la apatía.
Es conocido desde hace mucho el triste experimento con animalitos de laboratorio, donde se les aplica cada tanto encandilamientos feroces y descargas eléctricas. Al cabo de un tiempo, esos pobres animalitos pierden todo reflejo. Y se vuelven prácticamente cosas, a las cuales los crueles experimentadores pueden arrastrar de aquí para allá, sin resistencia.
La experiencia de estos experimentos fue aplicada a prisioneros humanos, disidentes en la Unión Soviética.
Sería muy triste y doloroso que esté pasando algo parecido con una gran parte del pueblo santiagueño. Nos encandilan con "festejos" negociados, nos intimidan con amenazas o despliegues represivos, nos dan choques eléctricos, por medio de agresivos discursos de dirigentes nacionales (incluyendo los de un ex presidente). ¿Estamos los santiagueños cayendo en la apatía y la resignación?
El esfuerzo compartido
Hay un sólo  camino para hacer crecer un árbol frutal. Primero plantarlo. Luego  regarlo, a veces todos los días, o al menos de vez en cuando. Únicamente así, al cabo de los años podremos disfrutar, nosotros y nuestros hijos, de mandarinas, naranjas u otros alimentos naturales. Producto de nuestra dedicación y trabajo.
La democracia también es un árbol del que, únicamente cuidándolo y trabajando sobre él, podremos obtener frutos deliciosos. De otro modo, sólo será un simulacro de democracia. Y tendremos que soportar una vida sin beneficios ni derechos.
El único camino para obtener un gobierno que se ocupe de las necesidades de todos, es participando activamente. Averiguando y acompañando a los candidatos que tienen los propósitos más claros y correctos. Y exigiéndoles, luego de elegirlos, que cumplan con sus programas.
Desde aquí convoco a los santiagueños a mejorar entre todos, participando activamente en los proyectos políticos que desarrollemos en adelante. Estos serán las realidades nuestras y de nuestros hijos, luego de cada elección. Estoy dispuesto, por mi parte, a poner bajo la mirada crítica de toda la ciudadanía mis propósitos políticos. Sociales, económicos, sanitarios y educacionales. Así como todos los que cualquier ciudadano de buena voluntad pueda sugerirme.
Pero comprendamos de una vez, que solamente participando de la política se podrá lograr, en poco tiempo, lo que lamentándose, o con rabiosos impulsos efímeros, nunca se consiguió.